Wednesday, September 12, 2007

¡Que viene Humberto!

El 12 de septiembre era un día cualquiera –bueno, no exactamente; Mr. Blue se comía 34 takos envenenados con chile y sin cebolla (y ya lo sabemooooooos, no nos vengan con la murga del santo; ¡pasamos de ello, no escriban!)

Estábamos en casa tan ricamente, corrigiendo ejercicios de los críos, oyendo la radio, y luego leyendo el periódico y haciendo un poco el tonto por internet, cuando leemos la noticia en el Houston Chronicle. ¡Humberto viene p’acá!


¿Y quién es ése? Es una depresión tropical de chicha y nabo, que tocaría tierra a medianoche, dentro de 4 horas, entre Galveston y Freeport.
O sea, en plena playa de Houston, a unos 80 Km de aquí. ¿Seguirá entonces siendo tormenta mediana, gorda o ya habrá derivado a huracán? No lo sabemos. Puñetas... Ya la teníamos liada otra vez.

Escribimos un correl general a la peña de contactos y sobre todo a la familia, para que se calme. Ya lo sabían por la televisión. No tenemos caja tonta, pero recordamos una vocación de la tele española de presentar las tormentas en EE.UU. como primicia mundial, como señal irrefutable del inminente fin del mundo.

Por si fuera el fin de mundo, entramos en el kuaderno y abrimos este post.

Salimos al aparcamiento y cambiamos el Toyotín de sitio, poniéndolo lo más cercano a la puerta de casa. Donde estaba aparcado, si cae lo que dicen que va a llover, mañana no llegaremos a él para ir a trabajar.

Hablando de trabajo: los sheriffs de los condados de Fort Bend, Brazoria, Galveston y Harris -al que pertenece la ciudad de Houston- han pedido a las gentes que se queden en casa mañana. No hay evacuación, estamos en lo que se llama un "wait and see" ("espera y mira" lo que pasa).

Las autoridades de los distritos escolares notificarán a las 5 de la madrugada -por radio, internet y llamadas profe a profe- si los colegios cierran o no. Hasta entonces, como si no pasara nada. Sigue la rutina normal.

Estados Unidos tiene un servicio meteorológico envidiable, la NOAA, pero sus previsiones, aun acertadas en gran medida, a veces patinan.

Y esta vez –afortunadamente-, patinaron. La tromba de agua no cayó sobre Houston. Casi.

Por y pese a ello, copien esta dirección y guárdenla como oro en paño:
http://www.nhc.noaa.gov/

Estarán más al corriente que nadie y aprenderán un montón, porque es la previsión huracanera en los océanos Atlántico y Pacifico, en tiempo real (y muuuuchas cosas más, si les gusta eso del météo... y hay fotos espectaculares).

Esa noche, Humberto escoró dramáticamente a babor.
A las cuatro de la madrugada del jueves 13 de septiembre tocó tierra en High Island, a casi 100 Km al Este de Houston, bien pasada la Bahía de Trinidad, y se dirigió a Beaumont, TX, debilitándose.





El viernes 14 entró en el Estado de Lousiana ya como tormenta tropical. Adiós, Humberto.

(Este mapa es de elaboración casera) ;-)


El 13 por la mañana, los críos estaban excitadísimos:



–What a pity, Miss Luis, what a pity!
–Why, daughter?
–We’d like a couple of days of holidays!
–Uh huh.


Les comprendemos, "who doesn't?" Hubiera sido toda una aventura para ellos.

Pero, sinceramente, después de haber vivido en 2005 el desastre del Katrina y el follón que se armó 10 días después con el Rita…

… preferimos que no haya huracán e ir a trabajar.

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