Thursday, August 16, 2007

A guisa de despedida

Houston, TX 16 de agosto de 2007

Ya hemos llegado a casa, hemos descansado y empezamos a hacer balance de lo vivido. Han sido 25 días increíbles, conduciendo mucho y disfrutando más. Incluyendo los 10 días de curso en New Paltz, el viaje fue una improvisación sobre la marcha, hoy aquí y mañana allá, sin mayor preparación, y esa improvisación hizo que estas impensadas vacaciones fueran mucho más bellas.

María, o Kurotora, tanto da, la que escribe en masculino y en plural mayestático, siente que por haber visto Michigan y los grandes lagos vale la pena haber vivido. Es cierto, la tierra del llamado Estado de Michigan es tan hermosa, que duelen los ojos al verla. Es normal tener migrañas en Michigan al caer la noche, de tanta belleza. Duele mirar Michigan.
Sin embargo, bien conocen ustedes mi continua murga, el objetivo de la vida no se reduce a admirar la belleza. La razón de la existencia es alcanzar la justicia social, y aquí henos de nuevo, enfrente de los que serán los ciudadanos estadounidenses con voz, voto, dinero para gastar y poder de decisión dentro de 10 años. No es tema baladí.

Los que me conocen, sobre todo los profesores españoles más cercanos a mí, saben que el pasado año académico 2006-07 fue muy malo (y el anterior, 2005-06, fue nefasto). Mi añorada profesora de Grecia Antigua en la facultad, doña Carmen Alfaro, me dijo hace tres años, antes de abandonar Valencia: “Querida María, en la enseñanza no puedes dar el alma, porque si lo haces, mueres”. Por razones laborales y no laborales María tuvo razones de sobra para caer en depresión o abandonar este trabajo y regresar a España.

No me permití ese lujo. Por eso empecé a elucubrar un largo regreso a Houston tras el curso en New Paltz. Estos 25 días han sido una bendición; soy consciente de que me han llovido oros; pero la vida es muy cambiante, y en breve volverán a lloverme bastos. El año académico 2007-08 empieza mañana, peleando a saco en el aula todos los días hasta dentro de 10 meses.

De hecho, los bastos ya han empezado hoy a caer. Descansa en paz, Fina. La vida no te dio tregua, quiera Dios que ahora tengas la paz que nunca tuviste.

Respecto a Estados Unidos, no me he cansado a lo largo del Kuaderno de repetir lo bello que es todo. Pero hasta un ciego percibe que ésta es una belleza muy cara de costear para millones de personas condenadas a la absoluta pobreza. No olvido que para mantener su "bellísimo" estatus económico, los gringos lavan sus trapos sucios en otra parte; con una política neoliberal de absoluto terror sobre poblaciones y ecosistemas de países pobres y no tan pobres, que no se atreven a abrir la boca, y si la abren, son contundentemente cerradas a bastonazos con peregrinas excusas: "lucha contra el terrorismo", "por la libertad y la democracia" -por escribir suave.

El Kuaderno de BitaKurotora, o el blog, como quieran, ha sido una experiencia extraordinaria, un permanente medio de contacto entre ustedes y yo. Quizás estos viajes se disfruten más en compañía, no lo sé; servidora ya tiene costumbres y principios muy arraigados… Creo que ambas opciones –viajar en compañía o en absoluta soledad- tienen fuertes pros y contras; sin embargo el Kuaderno ha aliviado ciertos momentos: saber que muchos de ustedes estaban ahí, en España, en Palestina, en México, en Estados Unidos, siguiendo el viaje en tiempo real, mandando mensajes de ánimo, de admiración por las fotos, siguiendo mi camino en sus propios mapas y sugiriendo trayectos alternativos, interesándose por mi salud, o simplemente saludando, ha sido muy enriquecedor y reconfortante.

El curso empieza mañana, con más responsabilidades este año y ocho horas diarias de infarto enfrente de 160 adolescentes, hasta bien entrado junio de 2008. Sólo Dios sabe si podremos volver a repetir algo semejante. Por ahora, sólo puedo decirles que seguimos en contacto por este medio, que a pesar de la enorme distancia y de lo manida que es la frase, les quiero a todos mucho y les tengo en mi pensamiento constantemente aunque no medie correl, carta o llamada.

Barakat’Allahu fikum. Dios les bendiga.

Un fuerte abrazo a todas y todos, y hasta siempre,

María (y Kurotora).

Monday, August 13, 2007

De regreso (X) Cruzando Texas (III)

Lunes 13 de agosto de 2007
De Brady, TX a Houston, TX. 479 millas (771 Km).


Fin del viaje.


Total recorrido: 8.870 millas (¡ 14.275 Km !)

9 horas dormimos bajo las estrellas de Brady, no hubo que desmontar tienda ni estandarte…




Tras la mejor ducha caliente, a las 8:30 calculábamos el nuevo y último trayecto.






Desayuno para ambos: el sol se levanta sobre Brady mientras repostamos.








Ya hemos dejado el Panhandle y estamos cruzando el corazón de Texas, Hill Country Region. Éstas son vistas de la llanura de San Saba, camino del pueblo llamado Llano (nombre muy adecuado).
















El pueblecito de Llano tiene este (ya habitual) puente de hierro sobre el río Llano, con su Niágara particular.














En Llano nos desviamos hacia la local 16, porque en el mapa aparecía un área natural llamada “Enchanted Rock” y, ¿quién se puede resistir ante semejante nombre?

Quien cruzaba la local 16 era una señorita ajena a todo esto que nos obligó a dar un volantazo para esquivarla y a hacer señales al tráiler que venía detrás para que la esquivara también. Pero ella, cuando vio lo que se le venía encima, optó por esconderse en su caparazón en lugar de seguir andando…
¡Al rescate tortugueril! Aparcamos en el arcén, la recogimos –llevaba un susto de muerte- y la dejamos entre la maleza, enfocada a los pastizales. En eso llegó una patrulla de la poli, a ver qué pasaba. Un simpaticote agente que se pasó al español en cuanto nos oyó el deje y nos animó a visitar Enchanted Rocks y Pedernales.












Henos en camino, pues.

Enchanted Rock State Natural Area es un monumental conjunto de domos de granito rosa que se pueden subir en menos de una hora.

















Pese a haber zonas bastante pronunciadas, el granito no resbala.




































Según subimos, se ven el Turkey Peak,


las montañas Freshman,





























Little Rock,
























y detalles del domo principal, Enchanted Rock.

















Hay numerosas sendas en este parque natural, aparte de la que tomamos, pero nos queremos reservar para Pedernales. A la 1:30 de la tarde dejábamos el parque hacia la carretera local 965
– de hermoso paisaje-
para cruzar Fredericksburg.














Llegamos a Pedernales a las 3:40 de la tarde.

Pedernales Falls State Park es un parque grande –aunque todo nos parece pequeño tras el “trauma” de Palo Duro-, con más de 40 Km de sendas para bici y caminatas. También tiene dos campings excelentemente acondicionados. La senda estrella es la que lleva a las cataratas del río Pedernales, un afluente del Colorado.












Río que es todo menos amigable, como avisan constantemente unos contundentes carteles:
En caso de crecida-no entre en pánico-deje todo-salga pitando-vaya a zonas altas-¡y siga vivo!

Numerosos carteles advierten de no acampar en la ribera del río Pedernales, bajo ningún concepto.













Vistas de las cascadas de piedra caliza (limestone).



El Cypress pool.









Más detalles.


El parque tiene otra cascada, la Twin Falls, cerrada al público para permitir la regeneración forestal y el anidamiento de aves. Eso está muy bien. Volveremos en invierno. Nos dedicamos a observar el paisaje de alrededor.

Apuramos hacia la interestatal 10, y a las 7:30 Cruzamos San Antonio. En su periférico, hay una bifurcación donde tenemos que tomar una decisión drástica:


¿Qué harían ustedes? ¿Irían a la izquierda o a la derecha? Sí, sí, Kurotora también se iría a El Paso, con gusto. Y de ahí, a Albuquerque, cruzar Nuevo México, llegar a Arizona… Pero tenemos que ir a trabajar, el Convocation Day del distrito escolar es dentro de tres días, ¡no hay excusa!





La última puesta de sol de este viaje nos empuja a desviarnos de la I-10 y admirarla en el caracol de Sealy, a 40 Kilómetros de Houston.





Ya en Houston, el habitual ajetreo en la avenida Westheimer, da igual la hora que sea…


Abrimos la puerta de casa, sanos y salvos. Son las 9:30 de la noche del lunes 13 de agosto de 2007, tras 14.275 Kilómetros en 25 días de inesperada e improvisada aventura. Gracias a todos, amigos, por haber estado a nuestro lado todo este tiempo. Alhamdulillah.

Sunday, August 12, 2007

De regreso (IX) Cruzando Texas (II)

Domingo, 12 de agosto de 2007
De Amarillo, TX, a Brady, TX. 452 millas (727 Km).

-Estoy perdido, -dijo el caminante-. No me queda norte ni esperanza.

-Ven, -dijo ella-. Ven a mí, te encontrarás a ti mismo y darás razón a tu existencia.

-¿Qué tenéis, Señora, para hacer semejante ofrecimiento?

-Tengo cascadas de mármol y granito, veranos tórridos, praderas que llegan al infinito, vientos que cortan como cuchillos, bosques intrincados, desiertos devastadores, lagos de cristal, brutales tormentas que te dejarán sin aliento, mares esmeralda, arenas de sal, otoños perezosos, ciudades enloquecidas, aldeas paradas en el tiempo, silenciosos valles, furiosos tornados, llanuras multicolor, altivas montañas de nieves eternas, puestas de sol que te harán saltar las lágrimas.

-Contenéis el universo, Señora. ¿Quién sois?

-Soy Texas.


Texas, Texas. La tierra que nos adoptó. Henos aquí de nuevo; cruzando su Panhandle (rabo de sartén) por primera vez.


Dormimos en un pequeñísimo camping privado pegado al Cadillac Ranch y a la interestatal 40 Este. La curiosidad era fuerte: ¿Cómo estaría el Cadillac Ranch? Vacío, suponíamos, porque eran las 7:20 de la mañana: quizás el mejor momento para tirar unas fotos, sin la algarabía de ayer. Nos asomamos por la valla: ya habían tres coches aparcados en la puerta y varias familias pululando alrededor de los pintarrajeados restos…


Abandonamos la idea. Tras desayunar y chupar unos minutos de internet frente a un Barnes and Noble de la estatal 87, nos pusimos en camino.



Algunos Kilómetros antes de llegar al parque, estos parajes al lado de la carretera local 1062 nos ofrecían un aperitivo:

Palo Duro Canyon State Park es el segundo cañón más grande de los Estados Unidos, tras el Gran Cañón del Colorado… Tiene más de 194 Kilómetros de longitud y alcanza profundidades de 240 metros… Profundidades, que no alturas. Por eso no se ve montaña alguna en la inmensidad del Llano Estacado. El cañón está horadado, bajo la superficie del terreno, por el Prairie Dog Town Fork, un afluente del Red River, que a su vez es afluente del Mississippi... Estamos hablando de un viaje de 2.200 Kms…

Algo difícil de concebir, aun observando estas maravillosas formaciones por la erosión:

La formación estrella de Palo Duro es el Lighthouse o “Faro”, un farallón, un tótem de roca sedimentaria con un sombrerete más duro de roer que ha protegido semejante columna. Todo Palo Duro está lleno de estos farallones, o hoodoos, como se les llama en inglés.

Para llegar al Lighthouse, hay que caminar un buen trecho de 7 millas. Empezamos a caminar a las 12 del mediodía. El paisaje que se nos descubrió a lo largo de esas 7 millas era impresionante:
Tras las primeras millas avistamos el Capitol Peak y… ¿es el Lighthouse…? Parece, pero no es… Es otro hoodoo

Todavía nos queda mucho por andar, pero grabamos el paisaje girando sobre nosotros mismos. La calidad de la imagen es mala, pero esperamos poder transmitir nuestra impresión ante semejante paisaje:




Seguimos andando…















Bellos colores y contrastes…









Secos arroyos, esperando el deshielo (recordemos que estamos en el Panhandle de Texas, es muy alto, nieva mucho en invierno).






Tras 5 millas, avistamos el Lighthouse, el faro. Realmente son dos farallones, dos hoodoos:













El camino se empieza a empinar…


…y tenemos que parar a descansar.













Al fin, a las 2:35 de la tarde, llegamos –sin aliento, pero contentísimos- al estrello pasillo que une los dos hoodoos:














El Castle Peak.









Y ahora, a bajar otra vez… y otras 7 millas por delante. Lleven bastante agua, bastante más del galón que recomiendan los forestales, porque nos quedamos cortos. Y hace un calor…


El día ha sido muy intenso, estamos cansados y decidimos no ir al segundo parque programado: Caprock Canyons State Park. Otra vez será. Preferimos descansar, conduciendo, y seguir bajando hacia el sur. Nuestro objetivo pasa a ser otro parque nacional que está cerca de Austin: Pedernales Falls.

La estatal 84 cruza todo el Llano Estacado; avistamos grandes y numerosos parques eólicos: en Lubbock, en Snyder, en Abilene…












Un convoy militar ferroviario…









El ocaso tras nosotros…


Tras cruzar Coleman, vemos que queda demasiada carretera por delante para llegar a Pedernales y pernoctar allí. Nos desviamos por la local 283 a Brady.



Brady es un pequeño pueblito donde un curioso camping –encajonado entre un campo de béisbol y un cementerio- nos dio la bienvenida. ¿Un cementerio? Mejor, más silencio. Palo Duro nos ha dejado baldados. La temperatura es excelente; a dormir con las estrellas de techo. Buenas noches.