Monday, September 22, 2008

Vivirla y contarla tras un huracán (Ike’s Aftermath, II)

Mr. Blue envio' hoy este correl a toda su gente. Con pocas palabras, el es mejor que nadie en resumir estos ultimos freneticos e intensos once dias en Houston.

From: Mr.Blue
Subject: desde houston con amor
Date: Mon, 22 Sep 2008 19:39:20 +0000

Han pasado once días desde que nos dijeron que el huracán daría de lleno en Houston, esta vez decidí no dejar la ciudad y pasar por algo como esto, quizá por morbo o por tener una experiencia más. El caso es que era verano y ahora es otoño.

No os puedo describir con palabras lo que es un huracán, y eso que Ike era sólo de escala 2, el olor, el aullido del aire, los sonidos de árboles partiéndose por la mitad… es indescriptible.

Me quede en casa de una pareja de amigos, la noche del doce, el día en el que cumplía 35 años, Ike se enfureció con Houston.
Hoy por fin se ha alcanzado llegar a menos de un millón de hogares sin luz, los semáforos todavía no funcionan, el agua no se podía beber sin hervirla hasta el sábado y los niños vuelven a la escuela mañana.

Hemos tenido suerte, a la isla de Galveston, a unos 140 kilómetros de aquí, todavía no se puede entrar y en Houston hay toque de queda desde la medianoche hasta las seis de la mañana.

No me es posible responder a todos los mails particularmente por el momento, lo iré haciendo poco a poco, a los que se han preocupado por mi, muchas gracias.

Ya os mandaré un enlace a fotos que hemos ido sacando. Cuídense.

Carlos

Sunday, September 21, 2008

Vivirla y contarla tras un huracán (Ike’s Aftermath, I)

Houston, TX; miércoles 17 de septiembre de 2008, 11:30 am.
Les escribimos desde un restaurantito de esos de franquicia de comida rápida; es el único de los alrededores que tiene electricidad y servicio wi-fi. Lo descubrimos ayer por la tarde, callejeando el SW de Houston, buscando algo similar que no nos obligara a gastar en demasía el medio tanque de gasolina que nos queda, y que guardamos como oro en paño, porque no hay gasolinera abierta, y si la hay, sin surtidor que funcione. Así que, con olor a grasosa hamburguesa y patata frita alrededor, y conversaciones a la gringa (o sea, a grito pelado; esto parece la subasta de pescado de la lonja de Valencia), les ponemos al corriente de las novedades.

Los vecinos, Alicia y Álvaro, prácticamente agarraron en volandas a Kurotora y la metieron en su casa cuando el viento se ponía más que serio; eran las 8:00 pm de la tarde del viernes. Atrancamos la puerta, cenamos, y a esperar la furia. En la cama de brazos cruzados y los ojos como platos oyendo la tele de la habitación de al lado, de repente oímos un tremendo zambombazo: estalló un condensador en alguno de los postes eléctricos de la calle. En consecuencia, a las 11:15 pm del viernes 12, apagón general (y así seguimos).

Ike tomó tierra en Galveston a la una de la madrugada del sábado 13. Esa noche fue larga. Vaya si fue larga, nadie durmió. Parece que tomó camino del interior por la interestatal 45, y a las 3:00 am llegaba a Houston. El ulular y el traqueteo del viento eran impresionantes. Creemos que el ojo cruzó el centro de Houston sobre las 3:30 am –porque amainó la cosa- y a las 5:00 am, las furias del infierno cayeron sobre nosotros. Cómo rugía. Dios, cómo ruge un bicho de estos. Y no paraba. Temblaban las paredes de la casa, los viejos robles de enfrente cimbreaban como bambú, el viento se llevaba por delante los parabanes a guisa de garaje. Caían tejas, contraventanas, capuchones de extractores, ramas… y el constante rugido, qué rugido…

Es final del verano, y aún amanece pronto, pero eran tal los nubarrones que sólo después de las 7:00 am pudimos ver a través de la ventana los primeros destrozos. El viento amainó a eso de las 8:15, y como ya no aguantábamos en casa, salimos a hacer de heroínas, quitando ramas y objetos de los desagües del condo……e inspeccionamos los destrozos de la zona… los regalos que nos han traido... Y así pasamos el sábado 13, hasta el toque de queda, a las 7:00 pm…
Impresionante puesta de sol…

El resto, hasta hoy, es aburrido de contar: nos acostamos prontísimo, nos levantamos prontísimo, aprovechamos hasta el último rayito de sol… Algo digno de notar: la falta de luz, de televisión y de aire acondicionado ha hecho que la gente abra las puertas de su casa, saque mesas y sillas, socialice, se entretenga con el ajedrez, las damas, el parchís, el monopoly…, se intercambien alimentos, se converse… ¡Bendita falta de tele!

Los contenedores relucen de basura. La gente ha tenido que tirar el contenido de neveras enteras. El que tiene carbón, ha hecho barbacoas como nunca.

El lunes 15 salimos un poco a pasear y ver qué había más allá de la calle Jeanetta…

El martes 16 nos atrevimos un poco más, y 45 Sur p’alante, vimos más destrozos…

Por la tarde-noche, cargamos toda la artillería en el coche y nos fuimos a buscar un lugarcito con electricidad y wi-fi, ya lo dijimos antes…Y aquí estamos en el restaurantito, poniéndoles al corriente.

Ahora mismo, más de 2.600.000 personas están sin luz, en todo el Gran Houston. Ni idea de cómo se apañarán en los hospitales. Todos los colegios, distritos y escuelas siguen cerrados como mínimo hasta el viernes que viene.
Es impresionante ver las grandes avenidas totalmente a oscuras, como si estuviéramos en campo abierto. La siempre populosa Westheimer parece colocada en medio de los ranchos. Oscuridad t-o-t-a-l… que tiene un cierto encanto.





La de la foto no es Westheimer (que tiene cinco carriles por sentido) sino Jeanetta, que tiene dos...




En fin... con carril y sin carril, a ver cuánto tiempo demostramos nuestro aguante... :-D
Se me cuiden y valoren su electricidad y su agua que sale del grifo...

Houston, TX; sábado 20 de septiembre de 2008

Las puestas de sol, sin luz artificial, son mas espectaculares que nunca.




En efecto, seguimos sin luz. El 70% del Gran Houston permanece sin luz, como dos millones de personas.

De los grifos sale agua (fría), un chorrín, sin la presión habitual. Algo es algo. Pero estamos preocupados, cómo no. Hoy he visto a los vecinos bastante desmoralizados. Son gente con coraje, y esas miradas de tristeza y cansancio no son normales.

Pero aquí ya nada es normal.

Nadie se esperaba 9 días sin luz... Tres, cuatro, pase; pero nueve y sin noticias ni expectativas de tenerla... Es demasiado para las personas mayores.

Seguimos con el toque de queda, que ya no es de 19 a 7, sino de medianoche a 6:00 am.

El que ha podido, que tiene gasolina y algún familiar o conocido en alguna parte de Texas, se ha largado. No hay ni un tercio de los coches habituales dentro del condominio de la calle Jeanetta. Ahí estamos barriendo, algo hay que hacer.

Este es el paisaje a las 10:00 de la noche cuando paseamos por el condominio. Pero hay una preciosa luna de Ramadán que nos ilumina el camino y se refleja el agua de la piscina.

La ropa húmeda que permanece dentro de la lavadora ya está llena de moho. Fue un error mantenerla allí. Pero no se puede hacer otra cosa, así que ahí se queda, alimentando la penicilina.
Part Time Curro: El Houston Community College dice que el lunes 22 es laborable para la plantilla y el martes 23 será lectivo. Obedeceremos e iremos, pero a ver para qué. No sabemos cómo van a abrir, sin una bombilla funcionando. No sé, no sé.

Hemos pasado el punto del no retorno. Ya no podemos y no sabemos vivir sin electricidad. No sabemos... nada.

Aguantamos como podemos, sabiendo de sobra que somos muy-muy-muy afortunados, si nos comparamos con otros lugares y países por donde pasó Ike. Trabajamos faena de tecleo hasta que se agota la batería, apagamos velas y a dormir algo, con todas las ventanas abiertas.

Houston, TX domingo 21 de septiembre de 2008.
Precioso amanecer de domingo. Ya llevamos hora y media en danza por la casa.








La voz corre entre los vecinos: dónde hay enchufes para cargar el móvil, en qué tiendas hay wi-fi, dónde regalan pizza hoy, dónde regalarán mañana hielo, agua, raciones del ejercito…

Pingüe negocio para las empresas suministradoras de intendencia para ese pozo sin fondo llamado ejército estadounidense: el menú es discutible, pero observen los envoltorios y su garantía de calidad: “¡Recomendado por el guerrero! ¡Comprobado por el guerrero! ¡Aprobado por el guerrero!” Sí, hombre sí… todo sea por la patria… belicista como pocas. Dios, qué país.

Son las seis y cinco de la tarde. Estamos leyendo el periodico en el sofatito. Un inesperado e inequívoco pitido en el teléfono fijo nos hace girar la cabeza. Dos lucecitas verdes iluminan el antediluviano modem de Southwestern Bell Co; (sí; JuanCar, todavía mantenemos tu viejo SBC). ¡Subhanallah, HA VUELTO LA LUUUUUUUZ!!!! ¡Menudo salto hemos pegado y menudo celebrativo café hemos compartido los vecinos! ¡Nos lo merecíamos, tras diez días de trasiegos e incertidumbres! Sin embargo, recuerden: el 70% de Houston sigue sin electricidad. Hemos recorrido la agenda telefónica, ofreciendo lavadora, secadora, enchufes, fax e internet. El que más y el que menos ya tenía alguna solucioncilla apañada a costa de recorrer kilómetros, como nosotros. Tres o cuatro caras conocidas aparecerán por aquí en breve, con cesto de ropa y enchufe en mano. Bienvenidos.

Hemos salido de ésta, y ahora toca salir de la próxima… porque negros nubarrones de honda recesión se aproximan por el cielo del Real Estate, lo que en nuestras expectativas caseras/financieras nos van a obligar a ir a menos de 20 Km/hora sobre lo previsto. Pero esto no va a acobardarnos, ¿verdad? :-D

Friday, September 12, 2008

Tracking Ike, deporte nacional


Houston, TX; viernes 12 de septiembre, 3:45 pm.

El deporte nacional tejano por excelencia es el fútbol americano, ese deporte de brutotes con casco, armadura y una pelota que parece un melón.




Sin embargo, desde hace una semana, el deporte nacional en Houston es mirar al cielo y otear las nubes… Ha sido una semana intensa: Gustav, Hanna, ahora Ike, totalmente encarado a Houston.











Todos los colegios y distritos escolares suspendieron su actividad ayer. En los Home Depot (los Leroy Merlin de aquí), la gente se llevaba como pan caliente la madera contrachapada, las pilas, los generadores eléctricos y las garrafas de 5 galones para gasolina.

Toda actividad comercial y administrativa en Houston está cerrada desde hace casi tres horas. Supermercados vacios, gasolineras sin servicio, tiendas con sus cristaleras cubiertas de madera contrachapada.



Esta foto de Ike tomada por la NASA da un... picorcillo de espalda, que...


Ike sigue en el golfo de México, a 300 Km de Houston, y el vientecillo ya es algo… fuera de lo normal. Amigos, profesores, vecinos: todos han planteado sus salidas, todos se han arremolinado alrededor del que tuviera la mejor casa, el hueco más grande. ¿Por qué no irse? Porque no se ha decretado, para evitar cuatro millones de desplazamientos. La evacuación obligatoria (mandatoria, como dicen aquí) ha correspondido a los condados costeros y ciertos distritos postales de Houston, los marítimos. El resto, mejor que se pertrechen y se queden. Íbamos a hacerlo, de todos modos. Aquí está el vecino del 1201 en acción...


Como nos consta que mas de un@ le ha echado un vistazo al blog, decirles que los planes de Kurotora son pasarse a casa de los vecinos esta noche. ¿Por qué? Primero, porque son muy mayores y así se quedan más tranquilos, segundo, por seguridad; porque la unidad 1202 es interior, mientras que la nuestra, la 1204, es esquinera y tiene muchas más ventanas.


La previsión meteorológica de la Noaa repite hasta la saciedad que Ike tomará tierra en Galveston sobre la 1:00 de la madrugada del sábado (hora tejana). Ya estará el ambiente bien movido un rato antes. A las 4:00 de la madrugada el ojo de Ike estará paseándose por Houston, y por la tarde-noche, ya habrá abandonado la ciudad camino de Conroe. Es cuestión de horas. Pocas, al fin y al cabo. Lo temible es el posible estrago posterior: unos días sin luz ni agua, ni gasolina, ni servicios públicos y las calles llenas de ramas.

Veremos. Por ahora, llovizna y algo más que una brisa...


Houston, TX; viernes 12 de septiembre, 6:27 pm.




Malo, malo, malo. Nos echamos a dar una vuelta y saquear la nevera de los amigos (¡gracias por el pan, los tomates y el aguacate gordo, Mr. Blue!) Todo cerrado, casi nadie en las calles, la avenida Westheimer prácticamente desierta; las gasolineras, fantasmas. Se ha decretado el curfew, el toque de queda, para las 7:00 pm.

En cosa de tres horas, la brisa se ha vuelto un viento del carasho, ché. Ike está ahora mismo a 135 millas de Houston, 217 Km. Se prevé que nos empezará a descargar agua dentro de dos horas. Cuatro más tarde, este caballero tocará tierra en Galveston.
A ver…

Tuesday, September 9, 2008

De Malas Raíces y Falso Estate.

Siempre nos gustaron los carteles, los anuncios. La publicidad muestra los valores de un lugar y una época, los muestra como nadie; la prueba contundente está en esos programas de televisión (¿los siguen haciendo en España?) que muestran anuncios antiguos, que provocan la gran risa, al comprobar lo que nos creíamos a pies juntillas 20 años atrás. Agárrense dentro de otros veinte, cuando comprueben que los iconos incontestados de hoy son la gran mentira.
La gran mentira de nuestra generación se llama… Estados Unidos. El coste del progreso económico lleva a la ruina a pueblos enteros, que se ven abocados a renunciar, despreciar sus raíces.



El Real Estate, el sector de bienes raíces, nos permite ahondar más en lo que Kurotora se temía (lamentablemente, nunca tuvimos alumnos hispanos en el high school), corroborado por Torko y Mr. Blue en su colegio (ellos si han tenido mayoría de alumnos mexicanos): el autorrechazo por hablar español, por tener la piel un pelín más oscura, unos ojos como catedrales y trenza negra azabache.




Quiero ser rubi@ con ojos azules. ¡Reniego de mis raíces! ¡Malas raíces!









El Real Estate, decíamos. El Falso Estate, deberíamos decir. Salir del aula anglosajona y tener que conducir y patear calle de aquí para allá a salto mata en Houston (re)descubre el gueto y la falsedad de las bases morales de este país.





Las calles de Houston, una ciudad de 110 años, una ciudad-bebé para los parámetros europeos, ya deja trazas en sus calles que un arqueólogo industrial no tardaría más de dos minutos en descubrir. Durante décadas, la población mexicana en los Estados Unidos ha luchado a brazo partido para hacer realidad el American Dream, el sueño americano. Y algunos pocos lo lograron. La casita en propiedad, dos coches aparcados frente al garaje… Pero el coste no es solo la hipoteca. El coste final de la asimilación es la desaparición como mexicanos, hay que apartarse del barrio, de la colonia. Renunciar a la mala raíz, anularse. Hacerse gringos, comprar el bien raíz creyendo que incluye la buena raíz, desarraigarse. Desenraizarse. Morir.

Debido a la estructura racista de la sociedad estadounidense, debido a la esencia y el diferente estilo de vida latinoamericano y debido a las consecuencias económicas de las funciones tradicionalmente asignadas a las comunidades no anglófonas -como proveedores de mano de obra (muy) barata y vertedero de contratos basura a tiempo parcial- el barrio y la colonia se convierten en gueto explotado, empobrecido y marginal.











Es fácil decirlo. Pero estas gentes avanzan hacia su destino como pueblo. Inexorablemente, con el creciente temor de los anglos (el anexo anuncio de la alcoholera levanto' ampollas). Crecen los adolescentes, abandonan sus prejuicios pro-anglo y basados en el trabajo duro, en lo que nadie quiere, avanza contra esas fuerzas que les niegan la libertad de expresión en español y de la dignidad humana. A lo largo de la historia la búsqueda de la expresión cultural y la libertad ha tomado la forma de lucha, no hay otra forma. Esta lucha se ve a diario en la calle, en los guetos de Houston. Esa lucha, moderada por las enseñanzas recibidas en la escuela anglosajona, es una realidad histórica. Como resultado de ello, la libre determinación de la comunidad es ahora el único aceptable mandato para la acción social y política, es la esencia del compromiso mexicano en Texas.

Monday, September 1, 2008

Siguiendo el trayecto de Gustavo


Lunes 1 de septiembre, 1:11 pm, en Houston, Texas.
Gustavo tocó tierra en Louisiana hará como una hora. Kurotora supone que la televisión estará noticiándolo a bombo y platillo; -menos mal que no tenemos tele-. Internet sirve bastante bien, y la Houston Public Radio en FM también cumple un buen papel. En la Noaa no se aburren; miren qué retahíla de ciclones vienen para acá, todos en tirereta.











Gustavo ahora va camino de New Iberia (¡curioso nombre!) también en Louisiana. El huracán está a 296 millas de Houston, 476 Km. Va a pasar igual que con Rita, en 2005: un viento de la leche; una tormenta tropical de agárrate como puedas durante casi un día entero y adiós; los pajaritos cantan y las nubes se levantan.


Mientras esperamos el viento (ahora mismo tenemos un airecillo sospechoso), ahí van las fotos veraniegas de este día de playa, verdadera playa, tomadas fuera de la casa, hace media hora.


Lunes 1 de septiembre, 6:30 pm, en Houston, Texas.
El cielo se pone interesante...

Pero más interesante fue echar una mano a los vecinos d’al lao. Necesitaban bajar una sillita de ruedas eléctrica al primer piso…Tanteamos el peso: casi 100 Kg., por las dichosas baterías. Y por si fuera poco, ¿cómo salvamos las escaleras? A Kurotora se le enciende la bombilla y hace una llamada de teléfono.

Mr. Blue viene volando a ayudar al prójimo (¡Bendito sea!) Ingenioso como pocos, piensa en algo así como una rampa, para salvar las escaleras. Puestos a fabricar rampas, y ya puestos a colaborar en la reforma de la casa de la Kuroto, se lía a arrancar la puerta del baño, (había que quitarla, de todos modos) a hachazo limpio… y en media hora, la sillita estaba donde tenía que estar. No hay fotos de la faena porque no estábamos para fotos, del esfuerzo. Menudas agujetas los dos días siguientes. Ambos.

La esperada tormenta no apareció…

Martes, 2 de septiembre, 7:53 am

Este tranquilo cielo mañanero es conocido; es el típico cuando un huracán está haciendo de las suyas a 400 Km.
Por la tarde, a las 6:30 pm, nos lo recordaba con esta hermosa estampa…
Ni gota de lluvia. Sinceramente, ha sido para mejor, a Dios gracias. Pero no se puede bajar la guardia; según la Noaa, Hanna viene detrás de Gustavo, seguida por Ike.

Mientras los esperamos, la vida sigue… y la casita de Jeanetta, la casita de ustedes, sigue en pie.