Tuesday, July 24, 2007

De Houston, TX a New Paltz, NY (II)

Viernes 20 de julio de 2007.
Hot Springs, Arkansas – Memphis, Tennesse - Mammouth Cave National Park, Kentucky. 542 millas (872 Km).

Cómo estaríamos de cansados para despertar a las seis y media de la mañana.

Tras empaquetar bártulos y refrescarnos, tomamos la local 7 hacia Arkadelphia para entroncar de nuevo con la interestatal 30. Esta es la niebla en la local 7 a las 7:20 de la mañana:

Vemos un desvío a Palestine, Arkansas. (¡Suspiro!)

Cruzamos Little Rock en un abrir y cerrar de ojos (si, si un blink!). Little Rock nos recuerda nuestro primer viaje a México desde Baltimore, MD, la navidad de 2003. El autobús de Greyhound iba lleno de mexicanos de vuelta a casa, y nuestro compañero de asiento nos conto’ sus esfuerzos por salir adelante en Little Rock, de cómo monto’ su primera carnicería, de cómo fue llamando a sus hermanos, de cómo Little Rock era un villorrio hace treinta años y como lo sacaron adelante los mexicanos de Michoacán, convirtiéndolo en la ciudad industrial y populosa que es hoy.

La idea inicial era cruzar Arkansas hacia Missouri, pero las señales del periférico de Little Rock nos hicieron cambiar de idea. Eran las 9 de la mañana, estábamos bien de temperatura, de tiempo por delante… ¿por qué no? Vamos a Memphis, Tennesse. Vamos a ver la casa de Elvis Presley. Sólo Dios sabe si podremos disponer de otra oportunidad, así que…



Así que interestatal 40 Little Rock-Forrest City-West Memphis al canto:









El río Mississippi es la frontera entre Arkansas y Tennesse. Kurotora lo ha cruzado tres veces, y siempre de noche cerrada. Esta vez, la cuarta, bien de día era; pero cruzarlo por la ciudad de Memphis no es una buena idea.



Es una zona muy industrial, donde no hay miradores ni acotamientos para aparcar unos minutos y fotografiar.






Lo hicimos en un pequeño puerto de carga de áridos, un puerto privado; y allí estuvimos unos 10 minutos.

No más, porque con buenas formas, nos dijeron que nos largáramos…
It’s ok, I’m leaving.










La casa de Elvis, Graceland, está en el suroeste de Memphis, en el hoy Elvis Presley Boulevard. En cosa de una hora descubriríamos una casa rodeada de amplios jardines, decorada estilo 1970’s con detalles de nuevo niño rico sin mucho criterio (aunque comprensible y respetable, por otra parte). Graceland es muy pequeña comparada con las mansiones que están al uso entre las actuales estrellas americanas del rock, pero “la cuestión” no era la casa, sino la pirula comercial que hay en la acera de enfrente. Parking, parking y más parking –a precio de oro-, ventanillas para los billetes de los diferentes tipos de tours (a más dinero, más cosas te dejan ver); mini-autobuses cargando hordas y hordas de turistas, uno detrás de otro, sin perder comba…, la calculada visita a la casa, el minutaje por habitación, su tumba y la de sus padres, el museo de sus coches, de sus discos, de sus ropajes, de sus aviones… convenientemente regados de tiendas de regalos, de paso obligado al salir de un museo y entrar en otro.



Elvis sigue generando pingües beneficios desde el otro mundo; pero tras cuatro horas –sí, cuatro- de pateo intenso entre objetos personales, llegamos a la conclusión de que esto es una explotación obscena.




La industria lo exploto’ vivo sin ningún respeto, y sigue faltándoselo muerto. La gallina de los huevos de oro sigue cacareando, así que take care of business; sin escrúpulos, baby.










Bueno, son las dos y media de la tarde, y nos duelen las piernas de tanto pateo p’arriba y p’abajo. Larguémonos.



No seguimos por la interestatal 40. Vamos bien de tiempo, así que a ver el Tennesse profundo… por la estatal 79. Cruzamos Memphis-Brownsville-Jackson-McKenzie-Paris hasta llegar a un hermosísimo parque nacional, el Land Between The Lakes.

The Land Between The Lakes (Tierra entre los Lagos, literal) es una península alargada, un apéndice entre los lagos Kentucky y Barkley.











De gran espesura, salpicada de mini-lagos y reservas de bisontes, separa, a lápiz y regla, Tennesse de Kentucky.



También alberga los restos y los monumentos conmemorativos de la batalla de Fort Danelson, escenario de otra carnicería de la guerra civil estadounidense:
Se va poniendo el sol, y decidimos atravesar Kentucky por otra estatal pequeñita, la 68.


















Bonita ciudad la que nos encontramos, Hopkinsville:





En las afueras de Hopkinsville descubrimos el obelisco conmemorativo en el lugar de nacimiento del único presidente confederado, Jefferson Davis:













El sol se va despidiendo en la estatal 68...


Seguimos por la 68 hacia Russellville-Bowling Green y lo que aguante el cuerpo. No aguanto’ mucho; 40 millas más alla de Bowling Green, KY, el Mammouth Cave National Park nos invitó a dormir. Camping grande con buenos servicios, autocaravanas aquí y allá, buen silencio, grandes pinadas entre las parcelas… En una relativa oscuridad, salvo por las hogueras de otros ‘campingueros’ allá lejos, plantamos las piquetas. 10:33 de la noche, a la cama; digo, al saco. 542 millas, 872 Km. Ya está bien por hoy. Good night.

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