Domingo 22 de julio de 2007.
Shore Haven, New York – Niagara Falls, New York - New Paltz, New York. 550 millas (885 Km).Un par de trocas salieron del camping a eso de las 8:30 de la mañana. Eso quiere decir que nos vieron, vaya si nos vieron, bajo el saco asomaba una mano y el pelo, y ellas pasaron muy cerca. Eran trocas por el ruido del motor, porque, ganas de incorporarse a comprobar, ni flowers. Dormimos 7 horas de un tirón.
Nadie dijo nada, nadie vino a preguntar o importunar. Decidimos levantar el fuerte antes de meternos en lios… nos incorporamos y esto es lo que vimos: 1) el saco y el coche estaban cubiertos de cristalitos de escarcha. 2) habíamos dormido al mismo lado suyo: el lago Erie.
El silencio y la tranquilidad eran sobrecogedores:
El pueblecito al lado del camping se llama Shore Haven -muy adecuado: Paraiso en la Orilla-, en pleno Estado de Nueva York. Bien, seguimos por esa misma carretera local 5, pegadita al lago Erie. Los maizales y los viñedos se recortaban contra el lago, permanentemente al fondo:
La siguiente ciudad en el mapa era Dunkirk. Sus alrededores son muy hermosos, con faros y puertos como éste:
Sus sentidos monumentos a sus caídos locales:
Y marranadas como ésta: una central térmica, una de tantas alrededor del lago Erie:
Seguimos la carretera local 5. Tras el pueblecito de Silver Creek, empieza la reserva india de Cattaraugus, con gasolinera y casino “tribaly owned and operated”. Es una constante en las reservas indias. Y puentecitos como este tachonan la carretera:
Desde Wanakah ya se atisba la orilla canadiense y la ciudad de Buffalo, NY, con una impresionante estación eólica:
A las 10:25 de la mañana entramos en Buffalo, NY, tomando el periférico hacia la Grand Island, con sus puentes azules de peaje, la opción más corta para llegar a la ciudad de Niágara Falls:
Bajo el puente azul del peaje discurre el Tonawanda Channel, aparentemente tranquilo. Estos postes eléctricos sobre boyas son también la señal de stop para los barcos. Ya no pueden seguir, so peligro de ser arrastrados por la corriente hacia las cataratas.
Mirando hacia el Norte, se mezclan los edificios de las dos ciudades llamadas Niágara Falls, la canadiense y la estadounidense. ¿Y ese “humillo”? ¿Qué se está quemando? Nada… Es el agua en polvo que sale disparada violentamente de la catarata “herradura” canadiense…
Niágara Falls, NY, es una ciudad pensada para sacarle los cuartos al turista, sin contemplaciones. Si el parking de la casa de Elvis era caro, esto es un disparate ($20). Pero hay que tragar; no por riesgo, sino por falta de espacio. Niágara Falls parece Valencia en Fallas (la llamaríamos “Niágara Fallas”, ¿no?). A la hora que sea, el día que sea. Hormigueros de turistas por doquier. Las hordas blancas y japonesas se distinguen por sus numerosas huestes. Las indo-pakistaníes tampoco son mancas.
Menos mal que por ahora, al ayuntamiento de Niágara Falls no se le ha ocurrido cobrar por andar las calles y los jardines. Así que decidimos patear hasta el cansancio y fijarnos en todo, lo máximo posible, con los ojos muy abiertos. He aquí un resumen:

La American Fall:
Horseshoe Fall, la “Herradura”, desde la orilla estadounidense.
La orilla canadiense:
Mapa de
Goat Island,
la isla
que separa
las cataratas
estadounidense
y canadiense:
cataratita
Velo de la Novia,
en medio de
las cataratas gordas:
Los rápidos hacia la catarata
de la Herradura
al pasar entre las
islitas
Three Sisters,
Tres Hermanas:
Pedestrian Bridge, y sus rápidos:
American Rapid Bridge:

Aspectos de la ciudad de Niágara Falls:
Aspectos de la ciudad de Niágara Falls:
Ahí están esperando, las oportunistas:
Por supuesto, el lago Ontario no se iba a librar. Esta central eléctrica está en la misma orilla, en Somerset, NY.
Este fue el continuo paisaje por la local 18, paralela al lago Ontario, hacia Rochester, NY.
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