El viernes 27, tras acabar las clases, hicimos un pequeño acopio de intendencia, y a las 5:00 ya entrábamos en la interestatal 87 hacia Albany, para llegar lo antes posible.
La interestatal 87 corre paralela al rio Hudson, el mismo que llega a Nueva York y desemboca por Manhattan. A las 7:30 de la tarde empezó, en medio de una fuerte lluvia, esta puesta de sol.
La orilla de enfrente es la ciudad canadiense de Old Town.
A los estadounidenses les gustan mucho las recreaciones históricas. En efecto, por la fortaleza pululaba la plantilla vestida con trajes de época, explicando detalles a los turistas.
Distintas habitaciones en el interior de la fortaleza.
¿Cuatro prismáticos en un mirador para ver el agua del lago Ontario? No exactamente… en esa misma dirección, a unos 60 Kms, se encuentra la ciudad de Toronto, Canadá.
Panel con detalles de Old Fort Niágara:
A las 11:30 de la mañana enfilábamos la carretera local 18F para regresar a Niágara Falls, carretera muy hermosa, pegadita al río Niagara y desde la que se ve la orilla canadiense.
Dos enormes plantas hidroeléctricas canadienses, Sir Adam Beck Generating, I y II. El puente es el Lewinston-Kingston.
Un gran meandro del río Niagara en la orilla canadiense ha permitido construir esta atracción, un teleférico llamado “Spanish Aerocar”:
En la orilla americana está el Whirlpool State Park:
Esas rocas pertenecen al lecho del río. Están a la vista porque el rio Niágara corre bajísimo de caudal, dado que gran parte de su agua se aprovecha para generar electricidad en las inmensas plantas hidroeléctricas que hay a ambas orillas.
Luego viene la planta hidroeléctrica Robert Moses. Es grandísima.
Toda una obra del ingenio humano.
Con esto se logran dos cosas: 1) generar suficiente electricidad para abastecer a los Estados de Nueva York, Pennsylvania y Maryland;

Hubo profundos estudios geológicos al respecto en 1969, cuando el ejército colocó un dique en el Tonawanda Channel y vació la catarata Americana durante cinco meses… Incluso se pensó en remover todas las rocas de la base, para que el aspecto del agua al caer fuera más “perfecto”, como pasa en la catarata canadiense de la Herradura.
La cataratita
Velo de la Novia.
Impresionante catarata Americana:
Llegando a la Herradura, este video lo grabó Kurotora en medio de una descarga de adrenalina (¡no se ve, pero sí se le oye!). No se pudo grabar mejor; aún no sabemos cómo pudo la Fuji sobrevivir, de tanta agua que le cayó encima…La canadiense Torre Skylon y sus ascensores sube-y-baja sin parar:
Consejo de oro: quítense las gafas antes… el aguacero es de órdago.
El Rainbow Tower Carillon junto al puente Rainbow (ambos canadienses):
Pasamos el resto de la tarde entre los rápidos...
Anochece, y una hermosa luna llena aparece sobre el Pedestrian Bridge.
A las 9:00 de la noche se pone en marcha la iluminación. Fotos tomadas desde el Terrapin Point, el mirador de la catarata canadiense.
No son alambradas, sino mosquitos. La foto está tomada a ½ segundos de exposición, sin flash.
Los rápidos americanos, iluminados…
Las cataratas iluminadas desde el Prospect Point, el mirador de la catarata americana. Todas las fotos están tomadas a ½ segundo de exposición, sin flash:
Seis horas y media más tarde, nos despedimos de él.
Unos folletos en una gasolinera nos invitan a conocer la ciudad de Geneva, junto al lago Séneca. El lago no se llama así en honor al filósofo, sino porque todo este área fue la tierra de la confederación iroquesa, a la que pertenecía la tribu de los Senneca.
Nos desviamos a conocer el pueblito de Geneva y el lago.
Son las 11:20 de la mañana y ya aprieta el calor. Los lugareños se preocupan de sus monumentos.
Esta señorita estaba protegida para lo que iba a caer. Muy considerados, en Geneva.
Bonitos parajes alrededor del lago Séneca.
Pasaban las cuatro de la tarde cuando llegábamos a New Paltz. Fue un fin de semana muy bien aprovechado. Hay que decirlo: Alhamdulillah.
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