Friday, August 3, 2007

10 días en New Paltz, NY (III)

Minnewaska State Park y las Awosting Falls

En el corazón del Shawangunk Ridge se encuentra el Minnewaska State Park, un pequeño parque forestal estatal que nos llamaba la atención al mirar el mapa y por cuya entrada pasamos una vez, buscando la academia militar de West Point.

Decidimos acercarnos una tarde; cruzamos el rio Walkill por sus puentes de hierro...














Al ser parque forestal, hay que pagar cuota ($7), y entramos a ver qué había por allí. Lo que vimos nos dejó sin aliento.














La espesura del bosque es la ya habitual: bien cargadita. Tras dos kilómetros de eses, el coche se debe dejar en un aparcamiento bastante asfaltado. Entre miles de árboles serpentean caminitos para esos deportes llamados en inglés biking, hiking, trekking… en suma, montañismo y senderismo, a pie o en bicicleta, con diferentes grados de dificultad. Los senderos están bien señalizados.
Caminando un poco, no lejos del aparcamiento, nos encontramos con el lago Minnewaska.


















El lago Minnewaska, fotografiado desde los salientes de rocas:

Y fotografiado a nivel de la orilla: estas fotos están tomadas girando sobre nosotros.









Hay un trocito de orilla acondicionado –y acotado- para bañarse, con vigilancia incluida.

Este día se iba a celebrar una carrera popular monte a través; en la explanada del aparcamiento hay más gente de lo habitual, risas, música, reparto de agua y sandía gratis. Dejamos calentar músculos al paisanaje y nos vamos a buscar otros senderos.

Y esto es lo que encontramos tras media hora de senda a través: las Awosting Falls, con un escondido y maravilloso arroyo.














Las fotos inferiores muestran la cascada Awosting vista desde arriba, por donde se precipitan sus aguas:





























Extraordinarios parajes.














Mohonk Preserve

El día anterior, frente al lago Minnewaska, dos lugareñas repararon en Kurotora y se inició una agradable conversación. Manifestamos nuestra admiración por estos paisajes. Nos preguntan: “¿Ha visto el Mohonk?” “Pues no”. “Esto no es nada, vaya al Mohonk Preserve”. No es la primera vez que oíamos esa sugerencia, en la universidad también nos lo habían comentado: “¡No regreses a Houston sin ver el Mohonk!”


Iríamos al día siguiente, a ver el tan cacareado Mohonk.


La entrada, como parque forestal estatal, es cara ($16). Nos dan mapa y brazalete, para no perdernos. ¿Primera impresión? Más de lo mismo, espesos bosques entre una serpenteante carretera bien asfaltada esta vez, y mucho más empinada.


Tras unos sospechosos carteles (“prívate property” por aquí, “valet parking” por allá), nos damos de bruces con este hotel: el Mohonk Mountain House.

¿Bonito? Pfff… sí, es bonito… aunque a Kurotora le pareció un parche en medio del bosque.
Tras aparcar en la trasera del hotel, nos liamos a caminar para buscar los senderos “salvajes”. Hubo que cruzar traseras de cocinas, establos y un campo de golf infantil. Buf.


















La entrada principal del hotel es el punto desde el que arrancan la mayoría de senderos forestales. En el mapa están agrupados por niveles de dificultad. Para llegar al punto más alto del parque, hay varias opciones. La senda más complicada era la más corta, aunque el mapa no animaba a tomarla: “tiene que fijar bien los pies antes de dar el siguiente paso… hay tramos muy resbaladizos… tendrá que usar las manos…



Bueno, esto promete: también usaremos los dientes, si es preciso.






















No fue para tanto. Era una senda muy parecida a la subida al castillo de Serra, en Valencia. No es complicado subir, pero si te has pasado los dos años anteriores comiendo de más y de casa al coche y del coche al trabajo, sí que se hace algo pesado. Hechos una sopa conseguimos llegar a la cumbre.














En la cumbre hay una torre “pseudo-medieval”; un mirador.






























Esta es la contornada. Se aprecian las Shawangunk y las Catskills al fondo (eran las 5:30 de la tarde; la posicion del sol no era la mas adecuada para las fotos; sorry):

Ahí está New Paltz; los edificios altos pertenecen al campus de la SUNY:
Esos salientes se llaman “The Trapps”. Hay senderos para llegar allí.

El hotel y el lago Mohonk:














Mohonk quiere decir
“Lago en el Cielo”, en el lenguaje nativo americano local. Desde luego, es un lago de cristal…























Bajamos por otro sendero menos complicado, que tiene unos pequeños miradores colgantes.
Desistimos de ir andando a los Trapps, porque están lejos; ya eran las siete de la tarde y no queremos que se nos haga de noche en medio de un sendero que no conocemos, sin poder ver dónde pisar. Un traspié y tendríamos un buen problema…

Nos quedamos un ratito al pie del lago.















¿Compensa ir al Mohonk Preserve pagando semejante entrada? Sólo si disponen del día entero para disfrutar todos los alrededores y bordear la totalidad del lago. Para dos horas y media, como nos pasó, definitivamente, no.

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